En la actualidad, todos somos conscientes de la importancia de la tecnología a la hora de valorar aspectos como la eficiencia, el crecimiento o el éxito de cualquier empresa. No obstante, esta evolución viene acompañada de ciertos desafíos, y uno de los que suelen pasar más desapercibidos a este respecto es la interferencia electromagnética, cuyo impacto en el rendimiento y la seguridad de los sistemas puede llegar a ser muy significativo. Veamos en qué consiste.
¿En qué consiste la interferencia electromagnética?
La interferencia electromagnética tiene lugar cuando un dispositivo electrónico se ve afectado por las ondas electromagnéticas de cualquier fuente. Las consecuencias de este problema van desde un mal funcionamiento en los equipos hasta posibles daños en el hardware – en casos extremos -, pasando por errores de comunicación en la transferencia de datos.
¿Cómo afecta esto a las empresas? Aunque son muchas las posibilidades, las consecuencias más frecuentes son los problemas en la seguridad de los datos, la pérdida de información o las interrupciones en el flujo de trabajo.
Fuentes más habituales de interferencia electromagnética
Dentro de las fuentes más habituales que pueden causar interferencia electromagnética en las instalaciones de una organización, nos encontramos con causas internas -más controlables- y externas, que generalmente se escapan de nuestro control:
- Fuentes internas de interferencia electromagnética:
- Sistemas de control industrial
- Dispositivos móviles
- Computadoras
- Fuentes externas artificiales de interferencia electromagnética:
- Equipos de transmisión de radio
- Antenas de telefonía móvil
- Líneas eléctricas de alta tensión
- Fuentes externas naturales de interferencia electromagnética:
- Descargas de rayos
- Descargas electrostáticas
Consecuencias de la interferencia electromagnética para un negocio
Si profundizamos en las consecuencias de la interferencia electromagnética mencionadas anteriormente, vemos cómo el principal problema que esto supone está relacionado con la comunicación. En el ámbito de la empresa, podemos vernos afectados por los siguientes inconvenientes:
1. Problemas en la seguridad de la información
Si existe riesgo de intercepción o modificación de la información por parte de agentes externos a la compañía, una interferencia electromagnética facilitará su acceso a la comunicación, lo que pondría en riesgo la seguridad de la empresa.
2. Interrupciones en los flujos de trabajo
Como es normal, las interferencias electromagnéticas pueden generar problemas en los dispositivos electrónicos de la organización, llegando incluso a provocar averías en el hardware. Más allá de las consecuencias económicas del mantenimiento y la reparación de los sistemas, es importante tener en cuenta que los flujos de trabajo se pueden ver detenidos en un momento dado.
3. Pérdida de datos relevantes para la organización
Cuando las interferencias electromagnéticas aparecen, pueden distorsionar la transmisión de datos entre dispositivos, provocando así las pérdidas de información de manera irreversible.
Cómo reducir los efectos de la interferencia electromagnética
Ahora bien, proteger un negocio de estas consecuencias es posible teniendo en cuenta diversas estrategias. Una de las principales armas a este respecto es la prevención de riesgos frente a posibles interferencias electromagnéticas. A continuación, se muestran las principales opciones para reducir los riesgos:
1. Monitoreo y evaluación de las fuentes de interferencia
Si existen interferencias electromagnéticas, es conveniente hacer un seguimiento para determinar su procedencia e intensidad, además de averiguar cómo puede afectar y de qué manera podría evitarse. De este modo podemos diseñar soluciones técnicas para bloquear o mitigar su intensidad.
2. Diseño de instalaciones eléctricas y comunicativas
Los sistemas de protección frente a interferencias electromagnéticas son una posibilidad muy deseable para organizaciones que puedan verse afectadas por este problema. Algunas soluciones a este respecto serían el mantenimiento de la distancia adecuada entre sistemas y fuentes, así como el uso de materiales de apantallamiento.
3.Formación de los empleados frente a interferencias electromagnéticas
Otro aspecto relevante y al que no siempre se presta la atención debida es el conocimiento de los empleados con respecto a este tipo de situaciones. Indicarle la conveniencia de mantener distancias adecuadas entre dispositivos electrónicos, utilizar cables blindados o apagar equipos en momentos determinados, puede ser determinante a la hora de prevenir una interferencia electromagnética.
4. Consultorías especializadas para trazar un plan de acción
Para casos en los que unas instalaciones presentan mayor susceptibilidad al riesgo de interferencias, siempre existe la posibilidad de contratación de un consultor especializado en la materia. Su trabajo consiste en hacer un análisis y una evaluación en profundidad para establecer la estrategia a la hora de prevenir y evitar el problema.
5. Selección de los equipos adecuados
La elección de los sistemas es fundamental a la hora de reducir el riesgo de interferencia electromagnética. Para ello existen unos estándares de compatibilidad electromagnética que indican la capacidad de los dispositivos a la hora de soportarla presentando menor susceptibilidad.
La importancia de protegerse frente a interferencias electromagnéticas
Teniendo en cuenta las consecuencias que hemos mencionado a raíz de la aparición de una interferencia electromagnética en las instalaciones de una empresa, parece evidente la necesidad de establecer estrategias y protocolos de acción a la hora de evitar, por encima de todo, cualquier pérdida económica. Y es que todos los posibles problemas generados por esta situación acaban por repercutir en la economía de la organización.
No hay comentarios
Déjanos tu comentario